Lecciones de masculinidad de James Bond
Que onda! Si eres un hombre, has pensado en lo genial que sería meterse por un día en la piel de 007 y decir aquello de, “Bond, James Bond.” Los coches, la aventura, las mujeres hermosas y todos esos gadgets de espía ridículos. De verdad, ¿quién no disfrutaría llevando una pistola de dardos en la muñeca?
Sin embargo, hay algo más que nos atrae (de un modo viril) a Bond. No es sólo el estilo de vida y los accesorios, es la forma en la que encarna muchas de las cualidades que admiramos en un hombre. La confianza, la fuerza, el autocontrol, la independencia y el encanto mezclado con un poco de fuerza bruta. Parece que tiene el mundo bajo sus pies, pero podría tirarlo todo por la borda.
A partir de “Dr. No” de 1962, cada versión de Bond, desde Sean Connery a Daniel Craig, han dado a los hombres una visión de como vivir la vida, una vida de sofisticación y gracia, pero lejos de ser tierno. Lo siguiente son algunas lecciones que todo hombre puede aprender de la vida de James Bond.
1) Termina lo que Empieces. Un hombre de verdad por descontado que tratará de completar la misión, cualquiera que ésta sea. Todo el mundo puede comenzar algo, pero muy pocos pueden terminarlo consecuentemente. James Bond nos muestra que la determinación no es algo opcional a la virilidad, sino que es necesaria.
Piensa en los hombres de tu vida que respetas. Lo más probable es que sean personas en las que puedes confiar porque hacen lo que dicen que van a hacer. Éstas son las personas que seguimos, imitamos y admiramos. Para ellos cómo se inicia la carrera no es tan importante a como se termina. Cuando las cosas se vuelven difíciles y salen mal, esto no hace que tiren la toalla, esto sólo los empuja a trabajar más duro. Por ello Bond nos resulta tan cercano y un modelo para todos los hombres.
2) Domina la Tecnología. Bond es un hombre que se mantiene al ritmo de los tiempos. Es un maestro de la tecnología actual y los gadgets, pero nunca su esclavo. No verás a Bond enviando mensajitos de texto cada hora o llevando un audífono bluetooth permanente en la oreja. Dondequiera que Bond esté, TODO su yo está allí, no deja que su Blackberry lo desvíe del tema. Usa la tecnología cuando la necesita y la deja de lado cuando no le hace realmente falta.
La tecnología puede ser un gran activo, pero como muchas cosas a menudo pueden convertirse en algo sin lo cual podemos vivir. Si esto ocurre, la tecnología empieza a ocupar un lugar en nuestra vida que no tiene un sentido real para nosotros. Bond es el tipo de hombre que mantiene la tecnología en el lugar apropiado – un lugar de servidumbre.
3) Conoce a tu Enemigo – Como cualquier buen practicante de la guerra, Bond nunca entra en batalla sin saber antes los detalles intrincados de su enemigo. No sólo quién es, sino también como piensa, lo que desea, lo que teme y como puede ser todo esto explotado.
Si conoce a tu enemigo y te conoces a ti mismo, no tienes que temer el resultado de cien batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no a tu enemigo, por cada victoria sufrirás también una derrota. Si no conoces ni al enemigo, ni a ti mismo, sucumbirás en cada batalla. – Sun Tzu
Para Bond y para todos los hombres a veces el enemigo es completamente obvio, pero en otras ocasiones pueden esconder hábilmente sus segundas intenciones. Tu enemigo podría ser un rival comercial que busca tu destrucción o algún tipo de asesino del carácter como una dependencia, una debilidad o un defecto de carácter. En cualquier caso, el conocimiento es clave para alcanzar la victoria. La identificación de los enemigos de tu vida, el aprendizaje de ellos y derrotándolos cada vez que aparecen es algo que Bond entiende y todos nosotros deberíamos también.
4) Vestido para matar- Durante siglos ser un hombre implicaba saber vestirse bien para cada ocasión. Trajes, sombreros, camisas y el pantalón eran una parte necesaria del buen vivir. En algún momento llegó a ser aceptable para un hombre salir de casa en pantalones cortos holgado, camiseta y unas chanclas.
Tú podrías decir, “Soy un hombre al fin y al cabo, sólo cuidado mi aspecto cuando voy con mi chica.” Bond te contestaría, “Eres idiota, hombre,” mientras sales con tu novia por la puerta. De cómo va vestido el hombre, dicen mucho sobre él, sobre todo si inspiran confianza. Así que desecha tus harapos viejos, mal apropiados e invierte en un guardarropa de calidad. Después de todo, el primer paso para ser Bond es vestirse como él.
5) Sabe defenderse – Bond lleva pistola y la usa como nadie, pero también es capaz de lanzar cuchillos, pegar patadas y dar puñetazos cuando la ocasión lo requiere. Saber defenderse es algo que nos deberían enseñar de pequeños como una habilidad más. Por desgracia el 90% de nuestra formación en la escuela se basa en disciplinas que no usaremos o aplicaremos nunca en la vida corriente.
En los tiempos que corren cualquier persona puede sufrir una agresión o un robo, los cuerpos y fuerzas de seguridad no siempre van a estar ahí para ayudarnos. Saber defenderse y poder defender a los tuyos es algo que nos dará seguridad en nosotros mismos y nos mostrará como hombres masculinos y respetados. Bond nunca mira al suelo.
6) Autodominio - ¿Recuerdas algún fragmento de una película de Bond donde se venga abajo por la presión intensa de una misión? Yo ninguno. Bond nos muestra que ser un hombre significa estar tranquilo bajo presión. La vida es dura para todos; supéralo. Los hombres grandes tienen la valentía interior de manejarse con confianza y autocontrol aun cuando el mundo a su alrededor se derrumba.
La parte de transacciones bien con situaciones estresantes está estando preparada para ellos.
“En los campos de la contienda amistosa se siembran las semillas que en otros días y otros campos darán los frutos de la victoria.” – General Douglas MacArthur
Bond es capaz de mantener la calma gracias a su formación pasada y experiencia. Aparte de la formación, los deportes competitivos son un maravilloso modo de aprender a manejar la tensión y prepararse para la batalla, ya sea contra “El Hombre de la Pistola de Oro” o simplemente el joven apuesto que compite por su trabajo.
Fuente: elartedelomasculino.com